miércoles, 24 de mayo de 2017

Reconocimiento arqueológico en la región oriental del estado de Campeche


Con el objeto de ubicar físicamente, mediante lecturas obtenidas por el Sistema Global de Posicionamiento por Satélite (GPS), el punto conocido como “Cerca de Put”*, donde convergen los límites territoriales de los tres estados y que según el artículo 14 de la Constitución Política del Estado de Yucatán se localiza en la intersección de las geográficas 19°18’52’’ de latitud norte y 89°08’52’’ de longitud oeste (figura 1), he tenido que recorrer en varias ocasiones una brecha de aproximadamente 20km de largo que parte desde el poblado de Xmabén, Campeche, hacia el noreste hasta llegar al punto en cuestión.


Figura 1. Mapa de ubicación de sitios arqueológicos en el área limítrofe de los tres estados. Levantó Miguel Covarrubias Reyna.


 Esta brecha solamente es transitable en los meses de sequía, ya que atraviesa un enorme bajo inundable que se encuentra al oriente del pueblo, el cual al llenarse de agua durante la época de lluvias llega a tener una profundidad de hasta 2m. A lo largo del rústico camino existen vestigios de asentamientos prehispánicos de distintas magnitudes que hasta la fecha no son conocidos en la literatura arqueológica y que no sólo son importantes por ser los primeros sitios que aparecen en el mapa de una región poco conocida del Área Maya, sino que su distribución y la clara idea de la importancia que tuvieron estos bajos inundables o humedales en la vida de los antiguos mayas.

      En años recientes ha existido una fuerte polémica acerca de la utilización de los bajos inundables como un medio para incrementar la producción agrícola, puesta que el tradicional sistema de tumba-roza se cree que no fue suficiente como para asegurar la subsistencia del elevado número de habitantes que había durante el Clásico Tardío. En contraposición con diversos autores que aseguran que los bajos no eran propicios para la agricultura debido a las características químicas y de alta humedad que imperan en ese tipo de suelos, se ha descubierto sistemas de canales excavados en bajos del Petén campechano y guatemalteco, como las zonas de Calakmul y de El Mirador y Nakbé respectivamente, y se ha centrado la atención hacia la variedad de micro ambientes presentes en los mismos, así como a la información etnográfica que muestra que aún en la actualidad siguen siendo cultivados, lo que en conjunto indica que el empleo de estos terrenos para practicar la agricultura en forma intensiva debió darse por lo menos en aquel período con el objeto de sostener una población de hasta 200 individuos por kilómetro cuadrado (Culbert, 1997:15-16).

      Un argumento de mayor peso que hace evidente la relación de las poblaciones mayas antiguas con la utilización de los bajos inundables para subsistir es la presencia y distribución de los asentamientos arqueológicos alrededor de este tipo de terrenos, puesto que no sólo fueron construidos ahí para aprovechar las tierras cultivables y una gran cantidad de recursos, sino que además son potenciales fuentes de abastecimientos de agua durante períodos de sequía.

      El primer sitio que aquí se reporta está asociado a un bajo inundable, es conocido como Sahcabchen (sah = blanco, cab = tierra, ch’en = pozo, en lengua maya, según Barrera, 1980) y se localizaba aproximadamente a 2 km al este del pueblo de Xmabén, en la orilla suroeste del humedal. Su ubicación tomada con GPS ha dado las coordenadas UTM 258393 m de longitud este y 2123731 m de latitud norte (figura 1), correspondientes a la Carta Topográfica en escala 1:50000 clave E16A43 (INEGI, 1998).

      El núcleo del sitio está formado al menos por dos espacios que presentan arquitectura monumental, dispuestos a manera de plazas cuadrangulares (Figura 2). La de mayor importancia se ubica al poniente, estando limitada al norte por un basamento piramidal de planta rectangular de 35 x 25 m de base y 6 m de altura aproximadamente, orientado al sur sobre un eje este-oeste. El lado occidental de la plaza se cierra por otro basamento rectangular de unos 30 x 20 m de base y 4 m de alto, orientado al este sobre un eje norte sur. El sur de la plaza se define por un montículo de 3 m de altura y 20 m por lado en la base, así como por una plataforma rectangular de 20 x 10 m y 2 m de alto. Al este sólo existe otra plataforma de 20 x 15 m y 2 m de altura, quedando abierta la mayor parte de este costado. En la parte central de la plaza hay un edificio rectangular de 30 x 10 m de base y 3 m de altura, construido sobre un eje este-oeste. A juzgar por la gran cantidad de escombro que cubre este edificio, es probable que se tratara de un espacio techado con mampostería, posiblemente conformado por varias crujías alineadas.




Figura 2. Croquis esquemático del sitio 1. Sahcabchén, ejido Xmabén municipio de Hopelchén, Campeche. Levantó Miguel Covarrubias Reyna. 23 de mayo de 2000.

La otra plaza se ubica aproximadamente a 200 m al oriente de la anterior, quedando más cerca de la orilla del bajo. Se limita al norte por un basamento rectangular de 40 x 20 m de base y 3 m de alto, orientado al sur sobre un eje este-oeste. El lado oriente de la plaza se limita por una plataforma cuadrangular de 15 m de base y 2 m de altura, mientras que al poniente se encuentra un montículo de 20 x 20 m de base, 3.5 m de altura y una plataforma de 10 m de base y 1.8 m de alto. En la parte sur de la plaza ningún edificio se observa, por lo que puede asumirse que este espacio estaba abierto. Un grupo de plataformas domésticas se distribuye alrededor de las dos plazas principales, cubriendo una extensión aún indeterminada.

      Desafortunadamente, al encontrarse este sitio cerca del poblado actual y junto a la brecha que conduce al punto limítrofe, ha sido ya presa del saqueo, así como de extracción de piedra para reutilizarse como material de construcción, por lo que no ha sido posible obtener mayores datos acerca de la arquitectura. Sin embargo, dada la morfología del sitio consistente en plazas cuadrangulares adyacentes, es probable que la mayor incidencia de la actividad constructiva se haya dado durante el Clásico Tardío.

      El segundo sitio localizado durante los recorridos en el área es llamado por los actuales habitantes Xcampok’olché (del maya ka’nal = elevado; pok’ol = pulgones o insectos; ché = árbol o madera, según Barrera, 1980) y se encuentra aproximadamente a 10 km al noroeste del anterior (Figura 1). En este caso se trata de un sitio de menores proporciones a las de Sahcabchen, pero que también presenta arquitectura monumental de carácter público, con edificios construidos sobre una gran elevación natural que se encuentra en la porción noreste del bajo inundable y que sobrepasa los 100 m sobre el nivel medio del mar. Los habitantes del lugar dicen que durante al época de lluvias esta elevación queda como un islote dentro del bajo inundable y que sobrepasa los 100 m sobre el nivel medio del mar. Los habitantes del lugar dicen que durante la época de lluvias esta elevación queda como un islote dentro del bajo inundable.

      Las coordenadas UTM de ubicación del sitio son 267295 m de longitud este y 2132552 m de latitud norte, correspondiente a la Carta Topográfica en escala 1:50000 clave E16A33 (INEGI, 1998a).

      El núcleo del sitio (Figura 3) incluye un basamento piramidal de aproximadamente 20 m de base y 7 m de altura que en su costado sur presenta los restos de dos cuartos abovedados, construidos con la técnica de piedra de recubrimiento y piedras “botas”, lo cual temporalmente lo sitúa para el Clásico Tardío/Terminal (600-900 años d.C.).


Figura 3. Croquis esquemático del sitio 2 Xcampokolché, ejido Xmabén, municipio de Hopelchén, Campeche. Levantó Miguel Covarrubias Reyna. 23 de mayo de 2000.

  Inmediatamente al sur hay otro basamento rectangular de aproximadamente 30 x 10 m de base y 4 m de altura, construido sobre un eje este-oeste y que en conjunto con el montículo mayor forma un ángulo recto que limita la esquina suroeste de un patio de 20 m x 15 m. La cantidad de escombro sobre la superficie del edificio indica la posibilidad de que haya estado techado con bóveda de mampostería.

      La esquina noreste del citado patio se cierra por dos plataformas bajas que en su conjunto también forman un ángulo recto. La primera, ubicada en la parte sur, es de planta cuadrangular de menos de 10 m por lado y no mayor de 1 m de altura, mientras que la otra, de planta rectangular, es de unos 15 x 7 m y 1.5 m de alto. Aparentemente ambas estructuras sirvieron de base a habitaciones hechas de materiales perecederos.

      Al noreste y noroeste del patio hay otros basamentos. El primero es de planta cuadrangular de 10 m de base y 2 m de altura. El segundo es de planta rectangular de 20 x 10 m de base y 3 m de altura. Un núcleo de sílex fue hallado en la superficie del costado sur de este edificio.

      Es probable que haya más edificios al norte de los ya descritos, posiblemente formando una plaza cuyo extremo sur sería lo único que se ha observado; la densidad de la vegetación impidió extender el recorrido. No hay huellas severas de saqueo o de extracción de piedra en este lugar. El daño más significativo que ha sufrido el sitio es, precisamente, por la construcción del camino sobre el cual transitamos.

      El tercer sitio encontrado en estos recorridos se localiza aproximadamente a 6.5 km al noroeste de Xcampok’olché fuera del bajo inundable y ya dentro de terrenos boscosos, sobre una elevación de 140 m sobre el nivel medio del mar. Los lugareños no conocen nombre alguno para este paraje, por lo cual lo hemos denominado como “Sitio 3”. Las coordenadas UTM obtenidas con GPS son 273018 m de longitud este y 2134756 m de latitud norte.

      Se trata de un asentamiento de proporciones mucho menores que las de los sitios anteriores (Figura 4). En este caso, se puede considerar como un sitio habitacional con un pequeño recinto ceremonial, constituido por dos plataformas de mampostería de planta rectangular construidas en forma paralela sobre ejes este-oeste, quedando el espacio entre ellas a manera de patio. La estructura ubicada al norte es de la mayores dimensiones, pues tiene aproximadamente 30 x 10 m de base y 2 m de alto. La plataforma del lado sur tiene 25 m de largo y 7 m de ancho, con una altura máxima de 1 m. En ninguna de las dos se halló piedras de recubrimiento o cimientos de superestructuras de mampostería, lo cual hace suponer que éstas fueron hechas con materiales perecederos.

Figura 4. Croquis esquemático del sitio 3. Sin nombre. Ejido Xmabén, municipio de Hopelchén, Campeche. Levantó Miguel Covarrubias Reyna. 23 de mayo de 2000.

 Alrededor de este pequeño núcleo arquitectónico se encontró una serie de nivelaciones artificiales sobre pequeñas elevaciones naturales o protuberancias de la roca caliza, encima de las cuales se construyó estructurales habitacionales hechas con materiales perecederos. Debido a la brevedad de nuestra estancia y la espesura de la maleza, no fue posible identificar la forma de provisión de agua en este asentamiento. Dadas las condiciones topográficas de declive, es probable que haya chultunes (depósitos artificiales subterráneos campaniformes) o depósitos abiertos excavados en el terreno rocoso conocidos localmente cono sartenejas, ubicados estratégicamente en los cauces de las corrientes intermitentes alimentadas por la lluvia.

      Al analizar la fisiografía del terreno se observa que el sitio ocupa una posición estratégica respecto al bajo inundable, pues desde un sitio elevado se encuentra dominando un paso natural que conduce a otro humedal ubicado a unos 4 km al noreste, siendo los terrenos bajos del corredor, ricos en suelos, propicios para la agricultura temporal.

      El cuarto y último sitio localizado se encuentra precisamente dentro de la franja de terrenos bajos antes descrita, a 1.5 km al noreste del Sitio 3 y a unos 400 m al sur del punto “Cerca de Put”. Lo hemos denominado “Sitio 4” y su ubicación tomada con GPS arrojó las coordenadas UTM 274300 m de longitud este y 2135750 m de latitud norte.

      Se trata de un tipo de asentamiento doméstico rural que, a pesar de ser el más numeroso y que cubre una gran extensión de las tierras bajas del área maya, ha sido poco estudiado por los arqueólogos, debido probablemente a la carencia de construcciones monumentales, pues sus restos materiales son difícilmente perceptibles bajo la espesa vegetación. Este asentamiento está constituido por, a lo menos, tres cimientos de piedra circulares o absidales de una sola hilada construidos sobre nivelaciones artificiales de pequeñas elevaciones del terreno, distribuidas sin orientación u orden aparente (Figura 5).

Figura 5. Croquis esquemático del sitio 4. Sin nombre. Ejido Xmabén, municipio de Hopelchén, Campeche. Levantó Miguel Covarrubias Reyna. 23 de mayo de 2000.

 Sin embargo, a pesar de la supuesta dispersión y falta de planeación del asentamiento, estas estructuras están relacionadas con una gran sarteneja excavada en el suelo arcilloso, poco permeable, de 15 m de diámetro y 1 m de profundidad, con una capacidad aproximada de 58.9 m3. Al norte de la estructura más grande del sitio se localizó otra sarteneja de menores dimensiones (60 x 30 cm y 30 cm de profundidad) excavada en piedra.

      Es probable que otras pequeñas sartenejas estén distribuidas en torno a las construcciones habitacionales, puesto que al parecer no existe otra fuente de abastecimiento de agua que la recolección de la lluvia.

      Los habitantes de este lugar probablemente dependieron sólo del agua pluvial y la capacidad de almacenaje y conservación debió ser prioritaria para la subsistencia. Los datos etnográficos indican que durante una sequía prolongada, cuando las sartenejas se secaban, la población se veía forzada a emigrar hacia otros poblados que contasen con agua suficiente. Tal es el caso de pueblos contemporáneos como Xkobenhaltun, en el municipio de Oxkutzcab, Yucatán, ubicado en una región donde tampoco hay fuentes de abastecimiento de agua y donde la gente dependía de varias sartenejas distribuidas alrededor del poblado. Si durante algún año se secaban los depósitos, las personas debían trasladarse a la población de Xul, donde hay pozos profundos, aunque tenían que esperar el inicio de la temporada de lluvias para poder regresar a su lugar de origen. Esta situación terminó cuando una fundación privada financió la excavación de un pozo profundo de Xkobenhaltun.

      En este sitio posiblemente la situación durante las sequías era similar a la del ejemplo anterior, viéndose la población forzada a emigrar hacia sitios asentados cerca o dentro de los bajos inundables como Xcampok’olché o Sahcabchen, con abasto de agua más regular, teniendo que esperar el inicio de la temporada de lluvias para poder retornar a sus casas.

      Quizá por eso no se invirtió grandes cantidades de trabajo en la elaboración de edificios habitacionales en sitios de este tipo. La presencia de construcciones más elaboradas como las del Sitio 3, puede ser debida a un mejor abastecimiento de agua o incluso a una mayor cercanía con los poblados que contaban con el líquido vital durante todo el año.

      Los cimientos encontrados en el Sitio 4 sirvieron de base a construcciones hechas con armazones de madera, techados con hojas de palma de huano y paredes de bajareque, con una sola entrada y con piso nivelado con piedras pequeñas para evitar la humedad, características compartidas con la arquitectura doméstica de los mayas del presente.

      Un fragmento de cerámica estriada del grupo Dzibilnocac IV, tipo “Manuario Estriado” (Nelson, 1973:102), variedad “Manuario” (Williams, 1999:59), fue hallado en la estructura circular ubicada en la parte suroeste del sitio, indicando que fue habitado por lo menos durante los períodos Clásico Tardío a Clásico Terminal (600 a 900 años d.C.), lo cual coincide con la época en la que se calcula la mayor densidad demográfica en la historia de la región.

      Cabe mencionar que en la actualidad los recursos de la selva, en la que se encuentran los sitios 3 y 4, continúan siendo explotados precisamente durante la estación de lluvias, principalmente con actividades como la extracción de chicle del árbol de zapote o la tala de maderas finas como el cedro y la caoba. Esto se debe a que durante la sequía no es posible realizar estadías prolongadas.

      De igual manera, los antiguos habitantes debieron ocupar estos asentamientos rurales durante las lluvias y permanecían ahí hasta que la sequía los obligada a emigrar. La amplia distribución que tuvieron estos caseríos y pueblos menores en torno a los grandes núcleos de población responde al aprovechamiento de la gran cantidad de suelos con potencial para la agricultura de temporal que hay en la zona durante una época en la que existió una fuerte demanda alimenticia.

      De lo anterior se desprende que la utilización de técnicas agrícolas intensivas y extensivas de manera combinada era la única forma de satisfacer tal demanda de alimentos, así como el hecho de que los asentamientos eran mayores y de carácter permanente en donde hubiera agua suficiente y fuera posible intensificar la producci&oacu™te;n, mientras que en las áreas que podían ser explotadas en forma temporal la ocupación de los asentamientos era intermitente.

      La distribución espacial, así como las características de los diversos tipos de sitio están relacionados con la fisiografía, así como con la presencia o ausencia de recursos, lo que indica que los movimientos de población de regiones en donde hay bajos inundables y grandes extensiones de suelos fértiles sin más irrigación que la lluvia, tienden a ser de expansión y contracción, dentro de un territorio políticamente definido, desde y hacia los centros de civilización.

      Un estudio más profundo enfocado al conocimiento de la ubicación y distribución de sitios rurales menores, como los descritos, permitiría en un futuro saber cómo funcionaban las unidades políticas de las sociedades mayas del período Clásico y qué tan extensas eran.



Este material apareció publicado en la Revista Temas Antropológicos (Revista científica de estudios regionales).Vol. 23 No. 2, págs. 201-212, 2001.

* El trabajo de campo fue auspiciado por el Gobierno del Estado de Yucatán para el desahogo de pruebas de las controversias constitucionales 9/97 y 13/97, como parte del peritaje en arqueología dirigido por el arqueólogo Rafael Burgos, del Centro INAH Yucatán.Regresar


Miguel Covarrubias Reyna

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