lunes, 27 de febrero de 2017

EL ORÌGEN DEL HENEQUÈN


EL ORÌGEN DEL HENEQUÈN



En el Estado de Yucatán frecuentemente se escucha la frase “ya le cayo “xulab”. Esto sucede cuando alguien a la casa de alguien llega alguien en forma inesperada y por lo mismo a veces incomoda, o cuando alguien no es bienvenido, aunque por supuesto, muchas de las veces se dice en broma. Otras veces se dice cuando una persona es algo destructora. El origen de la palabra en realidad se basa en la siguiente leyenda.

Hace muchos, muchos años, existieron trece dioses mayas muy poderosos, pero había un peligro de que llegado el momento ellos no se podrían proteger, pues sabían que un día
llegarìa XULAB, (llamado también el Destructor), él, con su gran poder y magia, provocaría que todos quedaran ciegos y provocaría que la tierra se durmiera sin que nadie pudiera hacer algo para evitarlo.

y así fue, cuando
Xulab llegó tomó presos a los dioses, abofeteó y escupió sus rostros, luego rompió sus cabezas y les extrajo el corazón. Además, se apoderó de la gran serpiente divina Kukulkán, la hizo polvo para luego mezclarla con los corazones de los dioses, le agregó también múltiples semillas, frijoles triturados y plumas verdes. Estaba muy contento por haber triunfado cuando de repente lo sorprendió un ser más listo que él, HACKAKYUM, quien era el creador de los cielos, de las estrellas y de los hombres. Con engaños Hackakyum logró recuperar todo lo destruido. Deprisa lo envolvió y escapó con el bulto mientras el

Destructor intentaba derribarlo con sus flechas. El astuto
Hackakyum se sintió herido y sin fuerza para seguir adelante, y cuando Xulab estaba a punto de darle alcance, el otro huyó al mar azul y se enterró en la arena. Pero el mal que Xulab buscaba también fue para él, pues al robar la serpiente divina dejó de existir el cielo, y la tierra quedó hundida en tinieblas.

El Destructor estaba muy enojado por su fracaso, entonces trató de acabar con todo lo que se encontraba a su paso. Su furia provocó que lloviera fuego y cenizas, él mismo tiró los árboles y mató a los animales. Después de muchos días se serenó un poco y regresó a su lugar de origen, un lugar misterioso que sólo él conocía.

La destrucción había terminado, y sorpresivamente surgieron del mar las semillas y los corazones de los dioses, que se transformaron en una planta con forma de estrella, las flechas que hirieron a
Hackakyum se convirtieron en espinas, todo el envoltorio quedó oculto en el corazón de la planta, las hojas tomaron el color verde de las plumas. Cuando la estrella espinosa y verde terminó de formarse, la tierra despertó y los trece dioses recuperaron la vida, pero lloraron al saber que sus corazones estarían cautivos en el centro de la planta. Tenían que esperar mucho tiempo hasta que alguien noble los rescatara.

Un
dia, cuando la tierra ya estaba poblada, ZAMNÁ -guía del pueblo maya de los itzaes, sumo sacerdote y notable médico- salió al campo para buscar hierbas curativas, en su paseo encontró una planta que no conocìa, Zamná se acercó a ella pero la planta le hirió la mano con sus espinas. Uno de los estudiantes que lo acompañaban, deseoso de vengar al anciano sabio, cortó la hoja causante del daño y la golpeó, repentinamente apareció un manojo de fibras blancas. '

Para
Zamná todas las cosas tenían una profunda significación, y al ver lo ocurrido le dijo a su pueblo:
-La vida nace en
compañìa del dolor, origen de todo bien en la Tierra. A través de una herida se nos ha revelado la existencia de una planta que será de gran utilidad para nosotros, el mundo maya.

La profecía del sabio se cumplió cuando de aquellas fibras los mayas obtuvieron innumerables beneficios.

(DATO:
Zamná, también llamado en su faceta deificada Itzamná, fue en un principio un gran sacerdote maya llegado con los Chanes de Bacalar (después llamados Itzáes) para fundar y establecerse en Chichén Itzá, hacia el año 525 DC, "durante la primera bajada, o bajada pequeña del oriente, que mencionan las crónicas".)

Lt: Jose gabriel Chan Escalante

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