Influenciado por los vestidos de las españolas, el vestido típico de gala de las mestizas es el terno. Consta de tres piezas: el “jubón”, que es una solapa cuadrada que va unida al cuello del “hipil” (variante de la palabra mexicana “huipil”), que es un saco cerrado que llega hasta las rodillas. La tercera pieza es el “fustán,” un medio fondo sujetado a la cintura debajo del hipil. Cada prenda lleva un bordado en punto de cruz o hecho a máquina que rodea la parte de abajo, y se complementa con anchos encajes blancos que cuelgan del hipil y del fustán.
Hasta hace 100 años el rebozo no formaba parte del atuendo. Las mujeres yucatecas usan el rebozo pringado de Santa María, traído de Puebla en la época de Porfirio Díaz. Usan zapatos cerrados de tacón recto y traba, estrictamente blancos, pudiendo ser de piel, charol o ir forrados de tela. La mayoría usa medias.
Las mestizas peinan su negra cabellera tirándola hacia atrás, sin ralla en medio, enrollándola formando un chongo llamado “tuch” que sujetan con una peineta y un moño largo (o “zorongo”). A un lado fijan un tocado de flores naturales.
Llevan las joyas tradicionales: un rosario de filigrana de oro, otro de corales y oro y una cadena salomónica de dos vueltas (heredada de la madre), aretes de filigrana y coral y una pulsera de petatillo de oro. Se llenan los dedos -menos el pulgar- de anillos. Llevan un sombrero de “jipi” que se ponen con la parte de atrás por delante, guardando en su interior un espejo y colorete para retocarse entre baile y baile, y cuelgan de él dos cintas anchas y largas que llegan hasta la cintura.
El terno se usa exclusivamente en las fiestas de la vaquería y, como variante, en las bodas mestizas, aunque en estas ceremonias la única que debe llevarlo es la novia, pero con bordados blancos y un velo de tul hasta el suelo. La cadena salomónica de dos vueltas sirve como lazo matrimonial.
El hipil y el fustán se usan en las demás festividades: cumpleaños, procesiones, gremios, etc., portando las “capelladas”, que son sandalias parecidas a las “alpargatas” de los hombres, y su inseparable rebozo pringado de Santa María.
El vestuario del diario es el hipil con una tira estampada sin bordados y el fustán sin el encaje de algodón.
El auténtico traje de las mestizas ha ido desapareciendo con el paso de los años. Actualmente ya casi todas se visten a la última moda y siguen las tendencias de hoy.
En la foto de arriba podrás observar a detalle los bordados y joyería típica de la vestimenta de gala de las mestizas.
Fuente: “Bailes y Danzas Tradicionales de Yucatán” de Luis Pérez Sabido.
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